A un momento estás muriendo y al día siguiente, como lograste taparlo (ahogarlo, al sentimiento de muerte súbita), hacés como si nada hubiera ocurrido, olvidando el asunto por completo. Nunca sintieron que no tenían ganas de nada? Ni de levantarse, ni de comer, ni de hablar por teléfono, ni de saludar a tu familia, ni de hacer cosas que les den placer. Así me sentía yo

No hay comentarios:

Publicar un comentario